Desde hace ya bastantes años que teníamos ganas de conocer el Mont Saint Michel. Y eso, añadido a que se encuentra justo en el límite de dos regiones que también queríamos conocer, Bretaña y Normandía, nos impulsó en 2015 a realizar un roadtrip por esa zona de Francia.
He de decir que lo tenía muy mitificado, y una vez que lo visité, aún me he enamorado de él. Quizás no sólo por el lugar en sí, sino por la experiencia que vivimos en una preciosa noche de verano, viendo anochecer tras el Mont Saint Michel.
Otro momento que pudimos vivir allí es una marea excepcionalmente alta, de esas de 14 metros. Nuestra visita coincidió con la segunda gran marea desde que acabasen las obras de acceso para volver a dejar el Monte como una isla (cuando hay mareas altas. Así que allí estábamos decenas de personas expectantes ante un hecho muy relevante.
Noche cálida de verano, anochecer de escándalo, marea alta y ver el Mont como una isla… en fin, un cumulo de factores que hicieron de nuestra visita una experiencia única.
Nada más llegar al parking y dejar el coche, tu vista no puede apartarse del paisaje. Allá al fondo, en medio de la bahía, se alza imponente el Monte Saint Michel. Mientras subes a la lanzadera que te lleva a los pies del monte, sigues sin apartar la mirada, viendo como cada vez se hace más grande. Allí te quedas, en el camino de acceso, escrutando cada rincón, cada edificio. Hasta que piensas en entrar. Habías ido hasta allá para conocerlo ¿no? Hay gente. Mucha gente. Pero no tanta como por la tarde, así que puedes pasear tranquilamente y sin agobios. Mientras subes por las escaleras, entre tiendas y restaurantes, observas como la gente ya está cogiendo sitio para disfrutar de la subida de la marea.

Una vez has paseado un rato decides buscar un sitio junto a la Abadía para disfrutar del espectáculo del atardecer acompañado de esa gran marea. Y observas feliz como un crio como en minutos el agua inunda la bahía. Nunca habías visto subir el agua a ese ritmo, es increíble, parece un pequeño tsunami. La carretera de acceso por la que hace poco habías pasado, ahora estaba bajo una fina capa de agua. Ahora sí es una isla.
Pero la experiencia no acaba ahí. Cae la noche y bajas a ver el Mont desde el exterior. Pero antes debes descalzarte pues el agua llega hasta la rodilla. Afortunadamente el agua tiene una temperatura muy agradable e incluso sirve para refrescarte del calor del día.
El anochecer, sentado frente al monte, es uno de los más bellos que hemos vivido. La luz, el enclave, los edificios iluminándose, los colores, y el olor a noche de verano. Inolvidable.
Preguntas frecuentes sobre el Mont Saint Michel
¿Qué tiene de especial el Mont Saint Michel?
El Mont Saint Michel destaca por su ubicación en una isla rocosa rodeada por mareas impresionantes, su abadía gótica de gran belleza y su historia como lugar de peregrinación. Su capacidad de convertirse en isla durante las mareas altas lo hace único.
¿Cuánto vale la entrada al Mont Saint Michel?
La entrada a la abadía cuesta aproximadamente 11 € para adultos, mientras que menores de 18 años y ciudadanos europeos de entre 18 y 25 años pueden entrar gratis. Pasear por el pueblo es gratuito.
¿Cuándo sube la marea en el Mont Saint Michel?
Las mareas altas ocurren varias veces al mes, dependiendo de las fases lunares. Para conocer los horarios exactos, consulta un calendario de mareas antes de tu visita.
¿Cuánto tiempo se necesita para ver el Mont Saint Michel?
Lo ideal es dedicar al menos medio día para explorar el pueblo, recorrer la abadía y disfrutar de las vistas. Si quieres ver las mareas, planifica pasar un día completo.
¿Cómo llegar al Mont Saint Michel?
Puedes llegar en coche, estacionar en el parking cercano y tomar una lanzadera gratuita. También hay trenes desde París o Rennes, combinados con autobuses directos hasta el lugar.
¿Cuál es la mejor época para visitar el Mont Saint Michel?
La primavera y el otoño son ideales por el clima agradable y menor afluencia de turistas. En verano, aunque hay más gente, los días son más largos y perfectos para disfrutar de los paisajes.
¿Cuál es la historia del Mont Saint Michel?
El Mont Saint Michel se construyó en el siglo VIII tras una visión del arcángel San Miguel. A lo largo de los siglos, ha sido una abadía, una fortaleza y una prisión, además de un importante lugar de peregrinación.
¿Qué curiosidades tiene el Mont Saint Michel?
- Fue una prisión durante la Revolución Francesa.
- Su roca de granito tiene más de 500 millones de años.
- Las mareas pueden subir a una velocidad similar a la de un caballo al galope.
¿Cómo llegar al Mont Saint Michel desde París?
Desde París, puedes tomar un tren a Rennes o Pontorson y luego un autobús al Mont Saint Michel. Si prefieres conducir, el trayecto en coche dura unas 4 horas.
¿Se puede visitar el Mont Saint Michel con niños?
Sí, es un destino ideal para familias. Los niños disfrutan del paisaje, de explorar las calles del pueblo y de la emoción de ver las mareas.
¿Qué ropa llevar para visitar el Mont Saint Michel?
Lleva calzado cómodo para caminar por las calles empedradas y ropa adecuada al clima. Si planeas visitar durante la marea alta, considera llevar un cambio de ropa o algo impermeable.
¿Qué hacer si llueve en el Mont Saint Michel?
Si llueve, puedes refugiarte en la abadía y explorarla con calma. También puedes disfrutar de las tiendas, cafeterías y restaurantes del pueblo, o simplemente admirar la belleza del lugar bajo la lluvia.
¿Qué platos típicos probar en el Mont Saint Michel?
Prueba la tortilla de La Mère Poulard, famosa por su textura esponjosa, y los mariscos frescos de la región, como las ostras de la bahía.
¿Qué actividades se pueden hacer cerca del Mont Saint Michel?
Además de visitar el Monte, puedes explorar la bahía a pie con un guía, recorrer los pueblos cercanos como Avranches o Beauvoir, o disfrutar de senderismo en la región.