Nuestro tercer día en Tailandia lo íbamos a dedicar a visitar Ayuttahya, una ciudad que es como una isla, repleta de impresionantes templos por todos lados.
Este artículo forma parte de la Guía y Diario de viaje a Tailandia 2016 de Vivi. Puedes seguirla en su índice: Guía de Tailandia.
Esta espectacular ciudad se encuentra a unos 80 km al norte de Bangkok y fue la capital del Reino de Ayutthaya (Siam) entre el año1350 y el 1767 D.C. De su pasado glorioso nos han quedado decenas de ruinas y templos espectaculares, una de las joyas arquitectónicas e históricas de Tailandia. Las ruinas de la antigua capital conforman el Parque histórico de Ayutthaya, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1991.
Madrugamos mucho en nuestro hotel de Bangkok y fuimos hasta el Monumento a la Victoria, para coger allí una minivan o híbrido entre furgoneta y minibús. Perdimos bastante tiempo en esta zona, ya que en algunos blogs habíamos visto una pequeña estación desde la que salían los buses e intentamos buscarla por todos los medios. La zona es un nudo de transporte, con una grandísima rotonta y pasarelas del Sky-Train por encima; por lo que moverse y andar buscando algo concreto, lleva mucho tiempo. Desde el principio, pasamos por una zona que se ve perfectamente en el lateral de la rotonda, donde se veían los buses y donde nos llamaban diciendo «Ayuttahya», pero nosotros tan desconfiados, siempre alerta de posibles timos (sí, estuvimos en India, no podemos evitar este estado de alerta constante, jeje), seguíamos buscando la dichosa estación. Pues nada, que una hora después, acabamos por rendirnos a la evidencia, que esos eran los buses que estábamos buscando. En fin… era tan fácil!
El trayecto dura sobre 1h y media desde Bangkok. Los buses son cómodos y con aire acondicionado y viajan tailandeses y turistas casi en la misma proporción.
Una vez llegamos a la ciudad de Ayutthaya, nos disponemos a negociar nuestro transporte. Nuestra idea inicial era alquilar una bicicleta y recorrer así los templos, pero nuestros amigos nos aconsejaron que no lo hiciéramos tanto por el calor, como por las distancias que separan los templos (que están en medio de la ciudad literalmente y tampoco hay senderos ni nada que discurran entre ellos, sino la propia ciudad y su caótica circulación). Menos mal que no lo hicimos, porque éste fue, sin duda, el día que más calor pasamos en todo el viaje: no quiero pensar en ir pedaleando al sol…
Bueno, pues la cuestión es que en cuanto bajas del bus, ya te vienen hombres a ofrecer sus servicios y ahí empieza la negociación. Hay que establecer a qué templos se quiere ir y cuántas horas se precisan para ello. Nosotros negociamos para ir a 7 templos y habíamos leído que un tuk-tuk estaría bien sacarlo por 200-300 baths por persona. Cuando llegamos a acuerdo, nos llevamos una gran sorpresa al ver que nos lleva a un coche estupendo, con aire acondicionado (sí, reíros…) y no a un tuk-tuk. Como somos tan desconfiados y aquello nos parecía un lujo para lo que habíamos acordado pagar, nos dijimos, ya verás, al final nos intentarán sacar dinero por otro lado. Pero resultó que el conductor era supermajo y que no nos pidió dinero de más, ni nada que se le parezca. Como es normal, de vez en cuando nos ofrecía ampliar las horas de visita y el número de templos, que declinábamos con una sonrisa y sin ningún problema.
En esas horas visitamos el Wat Phra Si Sanphet, con tres chedia o estupas preciosas y muy representativas.
También vimos el Wihaan Phra Mongkhon Bophit, con un gran buda gigante de bronce en su interior.
El Wat Phra Mahathat es famosísimo por la cabeza de buda en arenisca, que está atrapada entre las raíces de los árboles. El resto del reciento me pareció espectacular.
Recorrimos el Wat Phanan Choeng, al sureste de la isla, que contiene una colección impresionante de budas (dicen que 84.000)
El Wat Yai Chai Mongkhon, es el más lejano al que fuimos. Es muy bonito, con gran cantidad de budas, uno de ellos, reclinado y de 7 m.
El Wat Lokayasutharam tiene un gran buda de 37 m, reclinado sobre una flor de loto. Es blanco y lo cubren con una túnica naranja (color sagrado para el budismo)
Por último, vimos el Wat Chai Wattanaram al suroeste de la isla (fuera de ella) y que es realmente sobrecogedor.
La ciudad está llena de templos y se le puede dedicar más de un día si se tiene interés. Nosotros tras mucho buscar por internet, decidimos hacer esta visita, por ser los templos que más nos llamaban la atención y por el tiempo que queríamos dedicarle (contando que íbamos y volvíamos a Bangkok). Pero lo dicho, dependiendo del tiempo e interés de cada uno, se pueden variar las visitas, porque la ciudad, da para mucho.
Sin lugar a dudas, para mí éste es uno de los puntos claves del viaje y creo que lo que vi allí, tardaré mucho en olvidarlo. Lo recomiendo 100 %.
Bueno, mientras hacíamos el camino de vuelta a la zona donde se cogen los buses, le pedimos al chico que nos llevaba que nos parara en un 7eleven, como no, para comprar algo de comer y beber. Esto lo hicimos en el bus, mientras esperábamos a que se llenase, ya que es cuando arranca. Más o menos, tienen una frecuencia cada 25 minutos, pero puede arrancar antes si se llena o retrasarse si no tiene suficiente gente.
Volvimos a Bangkok en el bus, disfrutando de ir sentados y descansando, con el aire a tope. Una vez en la gran ciudad de nuevo, volvimos en Sky-Train y ferry a la zona del hotel y tras descansar un poco en el hotel y darnos un piscinazo, salimos a cenar por la Zona de Khao Sao y a disfrutar del ambiente y de todo lo que hay que ver en la zona.
Datos e info:
- Ayuttahya desde Bangkok: 80km y aproximadamente 1:30h en bus.
- Transporte en Ayuttahya para visitar 7 templos en coche: 200-300 baths (entre 5 y 8 €)
Este artículo forma parte de la Guía y Diario de viaje a Tailandia 2016 de Vivi. Puedes seguirla en su índice: Guía de Tailandia.