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Día 13 en Tailandia: Bangkok (Canales, zona moderna y centros comerciales, vista nocturna).

El día de hoy lo dedicaríamos a algunos de los planes que nos quedaron pendientes los primeros días en la ciudad de Bangkok. Nos moveríamos más por la zona nueva de la ciudad, ya que muchos de los puntos de interés, ya los habíamos visitado desde la zona antigua. En este día, veríamos cómo vive parte de la población nativa y modesta de la ciudad, en sus canales, pero también la parte más cosmopolita y acomodada de Bangkok.

Este artículo forma parte de la Guía y Diario de viaje a Tailandia . Puedes ver todos los capítulos en nuestra Guía de Tailandia.

Lo primero que hicimos tras el desayuno, fue coger el metro (la estación de Chong Nonsi está como a 300 metros del hotel), hasta la estación de Saphan Taksin y de allí, acercarnos al embarcadero.  Y es que aunque ya habíamos viajado en ferry por el Mae Nam Chao Phraya (el río principal) y habíamos visto algunos canales caminando por la ciudad, todavía no nos habíamos adentrado por los pequeños canales de Bangkok. Se puede unir uno a un tour organizado o negociar con los barqueros directamente en varios de los embarcaderos (como Tha Thien o Tha Phra Athit).

En este último embarcadero, estuvimos preguntando precios a varias personas y nos parecían completamente abusivos. Perdimos bastante tiempo intentando negociar, pero nos dimos cuenta que tenían clientes suficientes, como para rebajarnos nada y que además, pertenecían como a ciertas compañías y que quizás era mejor negociar con los propios barqueros. Así que decidimos coger un ferry hasta el embarcadero de Tha Thien, ya que era más grande y con más posibilidades. Conseguimos unirnos a un paseo por los canales de una hora y media, por 400 baths y que aunque nos parecía bastante caro para ser Bangkok, aceptamos ya que no queríamos perder más tiempo.

Mucha de la vida de esta ciudad se hace en los canales o klongs, ya que las casas se hayan literalmente sobre el agua y a veces, en unas condiciones, que uno no sabe cómo se pueden mantener en pie (sobre todo pensando en las crecidas de agua durante las graves inundaciones que a veces sufre esta ciudad). Así que es posible ver cómo vive una parte de la población, cómo juegan los niños e incluso cómo compran (se ven algunos vendedores en barcas por los canales).

Canales de Bankok Canales de Bankok2 Canales de Bankok3 Canales de Bankok4

Respecto a este último punto, aclarar que nosotros decidimos no ir a ningún mercado flotante en Tailandia, por dos razones principalmente. En primer lugar, por la lejanía de los mismos y en segundo, porque leímos en la mayor parte de los foros y blogs, que la experiencia no tenía nada de auténtica y que aunque se sacan buenas fotos, en la actualidad es un espectáculo montado casi en su totalidad para los turistas (no era así en su origen, por supuesto). Pero bueno, fue nuestra elección particular y tampoco podemos decir si la acertada o no.

Vendedora en los canales
Vendedora en los canales 2

Siguiendo con la ruta por los canales, también tuvimos la posibilidad de ver los enormes lagartos (varanos) que viven por los canales y que aunque dicen que son inofensivos para las personas, no me gustaría verme en el agua. Los canales además, están muy contaminados, como gran parte de los ríos de Asia. La experiencia no tiene nada de glamurosa, pero nos pareció muy auténtica y una buena manera de ver otra cara de Bangkok.

Varanos canales

Volvimos en ferry y metro a la zona moderna, pero esta vez a la Plaza de Siam. Esta zona es fundamentalmente comercial y es una parte muy diferente a lo que habíamos visto hasta ahora de Bangkok.

En primer lugar nos adentramos en el centro comercial «MBK Center». Es un concepto que choca con el que podemos tener nosotros de lo que es un centro comercial. En primer lugar, además de tiendas, hay puestos y tenderetes por todos lados. En segundo lugar, el regateo no es optativo, es lo normal, incluso en tiendas de tipo internacional. Y en tercer lugar, está lleno de falsificaciones y piezas de todo tipo. En el mismo local, te puedes comprar el último modelo de Iphone, versión original y versión falsificada. Como nos habían hablado muy bien de la zona de restauración de la 6ª planta, decidimos comer allí.

Para poder comprar, hay que hacerse una especie de tarjeta prepago en un mostrador, que cargas con el dinero que quieras y al final, te devuelven lo que te sobra. Fue una muy buena experiencia, ya que hay mucha variedad de comida nacional e internacional, muy sabrosa, a buen precio y con aire acondicionado (no es una chorrada en Tailandia, jeje).

Comida MBK

También curioseamos un poco en el Siam Paragon, el centro comercial más grande y lujoso y el Siam Center, con una decoración bastante bonita. Como no somos mucho de centros comerciales, con ver el hall y asomarnos a los pasillos, tuvimos ración suficiente y nos hicimos una idea de cómo funciona la vida en esta parte de la ciudad. En estos centros comerciales, cabe destacar, que lo que más vimos fue turistas (muchos asiáticos y de oriente próximo) y en mucha menor medida, tailandeses (los que había se veían de gran poder adquisitivo).

Mac

Fuimos a descansar un poco al hotel y a darnos un buen baño, ya que hoy pretendíamos alargar un poco la noche.

Furama Silom

Teníamos pendiente otro de los planes estrella de la ciudad: los bares de azotea. Nos decantamos por el Vértigo, el bar del Banyan Tree Hotel. Está en el piso 61 y ofrece unas vistas únicas e impresionantes. La azotea en sí es maravillosa. Para ir allí, tuvimos que ir vestidos para la ocasión: Simón con el primer pantalón largo de todo el viaje y ambos con zapato cerrado. Tienen derecho de admisión y no aceptan ciertas prendas, como chanclas y bermudas.

Teníamos claro que no íbamos a cenar allí, simplemente porque no valoraríamos lo suficiente la cena como para pagar el precio de la misma. Así que simplemente nos íbamos a tomar una copa. En cuento llegas, te llevan directamente a la barra del fondo (lo peor es que no te dejan pararte en otras zonas) y te insisten para que no salgas de allí.

El ambiente es único, con música en directo y esas vistas. Lástima que en la zona que te hacen estar, estés cual sardinas en lata, donde es muy difícil moverte. El siguiente punto, fue elegir qué tomar y como ya mencioné en otras ocasiones, ya estábamos con el chip de pensar en baths y en precios tailandeses, así que fuimos muy tacaños y compartimos una cerveza. Y es que la cervecita, que era lo más barato de la carta, era de edición exclusiva y elaborada en un monasterio italiano, fueron 480 baths, es decir, unos 12 euros.

Pese a todo, es una experiencia que uno no debe perderse si vista esta ciudad, merece realmente la pena. Sentimos la calidad de las fotos, pero la cámara que llevamos saca fotografías realmente malas de noche.

Vértigo 1 Vértigo 2 Vértigo 3

Acto seguido, íbamos a ir al mercado nocturno de Patong, muy cercano a nuestro hotel. Sin embargo, mis piernas estaban tocap****** y me dolían mucho al caminar, así que decidimos anular el plan. Es quizás el mercado más conocido de la ciudad, con imitaciones a gran escala y con un ambiente «ilícito». Parece uno de los imprescindibles.

Terminamos la noche antes de lo esperado, en el restaurante «Nadimo’s Lebanese Restaurant-Halal» de camino al hotel. La comida libanesa, estaba buenísima.

Cena libanesa

INFO

  • Nuestro hotel en Bangkok: «Furama Silom Hotel».
  • Paseo en barca por los canales (1h 30 min): 400 baths.
  • Cerveza en la azotea del Vértigo: 480 baths.

Este artículo forma parte de la Guía y Diario de viaje a Tailandia . Puedes ver todos los capítulos en nuestra Guía de Tailandia.

 

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El autor Vivi

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