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Día 11 en Tailandia: Excursión a Koh Phi Phi

Para el día de hoy, contratamos un tour muy completo por Koh Phi Phi. Este día quedará grabado en nuestra memoria durante muchos años, ya que estuvimos en algunos de los sitios más bonitos que hemos estado en nuestra vida.

Este artículo forma parte de la Guía y Diario de viaje a Tailandia . Puedes ver todos los capítulos en nuestra Guía de Tailandia.

La excursión a Koh Phi Phi la contratamos en la misma agencia que contratamos la de las islas (y también gestionamos el transporte al aeropuerto para el último día). El precio de la excursión en bote rápido, fueron 2800 baths (aquí también hay que pagar una tasa por entrar al Parque Nacional, de 400 baths por cabeza).

Comenzamos el tour, visitando Bamboo Island y su magnífica playa. Tanto Simón como yo, estamos de acuerdo en que es la playa más bonita en la que hemos estado nunca. Además, no estaba nada masificada.

Coral
Bamboo Island
En todas las islas y zonas costeras, hay carteles con las rutas de evacuación en caso de alerta por Tsunami. También desde los barcos, vimos los aparatos que registran en el mar los movimientos y activan las alertas. Mucho hemos pensado estos días en aquella terrible tragedia del 2004. Imposible no estremecerse un poco al ver cada uno de esos letreros e imposible también que la imaginación no se dispare en esos lugares. Lo cierto es que es increíble como todo luce recuperado y es curioso estar en ese paraíso, donde tienes tal sensación de paz y tranquilidad, que parece que nada malo pudiera pasarte.

Cartel tsunami
Tras una parada para hacer snorkel en mar abierto (¡cómo hemos disfrutado buceando en este país!), el barco se acerca a la Viking Cave, que de bonita no tiene nada, aunque sí es curiosa. Parece ser que está siendo explotada para la recolección de nidos de pájaros, que en China parece que son una delicia en sopa. Hay todo un sistema de andamios de palos, que se pueden ver desde el barco.

Llegamos a Pileh Bay, con una hermosa laguna. Se le llama así, pero laguna no es, porque está abierta al mar por uno de los lados, aunque una vez dentro, sí da la sensación, de estar encerrado en medio de acantilados. La laguna es del turquesa más bonito que he visto nunca. En nuestro caso, aquí no hubo baño ni snorkel; pero sí en el caso de mucha otra gente que disfrutaba allí.

Laguna Koh phi phi

Laguna2

En Loh Samah Bay sí hubo parada para bucear y disfrutar del precioso paisaje. A continuación nos dirigimos a la tan esperada Maya Bay. Como no paran de repetirte todo el tiempo, aquí se rodaron algunas escenas de «La Playa», la peli de Leonardo Dicaprio. La playa es increíble y actualmente está protegida para su conservación y no es posible dormir ni acampar en toda la isla.

Por ello, todo el mundo va en barco y ahí es donde comienza la locura. Quizás sería la playa perfecta y podríamos meterla en el número 1 de nuestras playas favoritas, de no ser por la cantidad de personas y barcos que hay en ella a la vez. Los barcos se colocan ocupando casi la totalidad de la playa y de la bahía (las fotos que ponemos, son aquellas que sacamos donde menos gente se ve y más se aprecia la playa). Me encantaría poder haber disfrutado de esa maravilla, con una décima parte de la gente que había… ¡Una lástima! Aún así, no me arrepiento nada de haber ido.

Laura y Alfredo, los argentinos que conocimos en el anterior tour, dividieron sus días en esta zona, entre Railay y Phi Phi, con estancia en ambos lados. Este día por la noche, coincidiríamos con ellos y les contamos lo que pasaba allí. Así que ellos decidieron alquilar un bote desde PhiPhi a primera hora de la mañana y disfrutaron de la playa casi en solitario. Eso sí, nos dijeron que el agua, debido a que había mucha sombra por la posición del sol respecto a los altísimos acantilados, no se veía tan clarita. Aún así, creo que es la opción más aconsejable, para ver esta playa.

Maya Bay 1

Tras esta locura de playa, nos dirigimos a Phi Phi Don (la hermana mayor de las Phi Phi y la habitada). La isla en realidad está formada por dos, que están unidas por un itsmo. En medio de esa unión, paramos, en Ao Ton Sai. Allí tenían dispuesto en un «restaurante» al aire libre para turismo de masas, un buffet de comida. Comimos lo más rápido que pudimos y nos adentramos un poco en la zona más animada de esta isla (llena de agencias de viajes, restaurantes, hoteles, puestos, etc.) y cruzamos el estrecho camino que lleva a la otra parte, a la zona de Ao Lo Dalam. Disfrutamos de un par de baños en ambas playas, antes de subirnos de nuevo al barco.

foto_phiphi

Nos acercamos a la Monkey Beach, pero la vimos desde el barco, ya que a esta hora la marea estaba tan alta, que la playa ni existía. Aún así, además de la maravilla de poder bañarte rodeado de monos (cuidado que son muy ladronzuelos), la zona se veía espectacular.

Monkey Beach
Monkey Beach 2

La última parada fue en Hin Klang, para hacer snorkel en una zona de corales muy chula en mar abierto.

Regresamos a Railay, acabando nuestro tour por Koh Phi Phi, justo a tiempo para ir caminando hasta la playa Phra Nang, ya que hoy queríamos ver el atardecer desde allí. Cervecita y zumo de mango en mano, disfrutamos del espectáculo sentados en la arena. Estuvimos bastante tiempo allí, ya que se estaba muy bien a esa hora, más fresquitos y con muy poca gente. Incluso vimos un reportaje fotográfico a dos novios.

 

Puesta de sol Phra Nang
Puesta de sol Phra Nang 2
Puesta de sol Phra Nang 3

Al volver, en la playa del este, decidimos explorar la zona de restaurantes que está hacia el lado contrario y que todavía no conocíamos. Llegamos al último local, que tenía un escenario donde se iba a celebrar un combate de Muay Thai y donde había mucha gente haciendo cola para cenar. Nosotros en ese momento, pensamos que si había tanta gente, sería porque el sitio era muy bueno. Así que nos pusimos a la cola. Había montado como un buffet donde te servían de lo que ibas pidiendo. Nos sentamos a cenar, sin entender dónde teníamos que pagar. Al terminar, escuchamos a unos españoles hablar de su guía y de la cena y demás y nos dimos cuenta de que no encontrábamos donde pagar, porque nos habíamos colado en la cena de un grupo organizado. Avergonzados y sin saber qué hacer, decidimos irnos con disimulo… ¡Desde luego fue la cena más barata del viaje!

Y cuando ya volvíamos, nos encontramos a nuestros amigos argentinos, que se iban a la playa a ver las estrellas y, cómo no, nos unimos. Debimos estar unas 4 horas hablando sin parar, compartiendo historias (entre otras, la de la cena de hoy) y riéndonos mucho; hasta que todo había cerrado y se había quedado en absoluto silencio.

INFO

  • Nuestro hotel en Railay: «Sand & Sea Resort«.
  • Excursión a las islas Phi Phi: 2800 baths.
Este artículo forma parte de la Guía y Diario de viaje a Tailandia . Puedes ver todos los capítulos en nuestra Guía de Tailandia.

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Vivi

El autor Vivi

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