Hacía años que teníamos ganas de conocer en directo la famosa Rapa das Bestas de Sabucedo, uno de los eventos festivos del año en Galicia. Así que este año no lo dudamos y nos acercamos el domingo de Rapa hasta Sabucedo, una pequeña aldea del Concello de A Estrada.
Hemos de decir que sabemos que hay mucha gente en Galicia que se muestra un poco contraría a este tipo de celebraciones, en nuestro propio circulo familiar y de amistades existe una profunda controversia al respecto. Pero sin conocer la fiesta y vivir en directo la experiencia no creemos que se pueda tener una correcta opinión formada. Así que decidimos ir hasta Sabucedo para ver la Rapa y sacar nuestras propias conclusiones, que podrás leer el final de este artículo.
¿Qué es la Rapa das Bestas?
Se trata de un rito ancestral que consiste en bajar una vez al año a los caballos del monte, que se encuentran en estado de semilibertad. El principal objetivo es cortarles las crines, desparasitarlos y curarles las heridas que tengan.
En total se celebran una veintena de rapas en Galicia, la mayoría en la provincia de Pontevedra. Su origen es ancestral, con muchos siglos a sus espaldas. Puede que incluso anterior a la romanizacion de Galicia.
“Con cuernos y con gritos acosan a las bestias por los montes hasta lograr acorralarlas. Unas, las sacrifican para comerlas. Otras, las doman y les sirven de montura para sus luchas guerreras”
ESTRABÓN
El objetivo de estas rapas es mantener en perfecto estado a los caballos que pastan libremente en los montes gallegos. Lo de raparles las crines es necesario por varias razones, como evitar los parásitos, evitar que se enganchen en la maleza o que los lobos no lo tengan fácil si atacan a los caballos.
Hasta no hace mucho tiempo, la principal razón para conservar y mantener los caballos era su carne y sus crines. Pero hoy en día esa ya no es la principal razón. Además de mantenerlos por tradición, los caballos tienen una importante función en la naturaleza. La de limpiar los bosques de maleza. En la actualidad, existe un gran abandono del campo y de los bosques, así que la labor de estos caballos es importante para evitar los grandes incendios forestales.
El Curro
En Galicia existen diferentes tipos de curros. Algunos son simplemente vallas de madera y otros pocos son más evolucionados, con construcciones en piedra.
En el caso de Sabucedo hay dos curros en O Castelo. El «curro vello» situado junto a la iglesia parroquial y construido en año 1779. Y el «curro novo», inaugurado en 1997 y que se utiliza en la actualidad.
El «curro novo» está construido en piedra con forma semicircular, al estilo teatro romano. Es en este semicírculo donde se encuentran las gradas para el público, con una capacidad de unas 1300 personas. Bajo la estructura de la zona recta se encuentra una pequeña cuadra que es donde se guardan a las crías durante la Rapa.
La Rapa de Sabucedo
La de Sabucedo se diferencia del resto de rapas por sus más de 450 años de antigüedad y porque no se utilizan elementos como cuerdas, varas o palos. Además está declarada Fiesta de Interés Internacional.
La Asociación Rapa das Bestas de Sabucedo es la encargada de organizar este evento. Pero no sólo eso, se encarga de cuidar durante todo el año a las manadas de caballos que habitan los montes cercanos.
En Sabucedo, los caballos que se bajan de los montes se dejan durante los días de Rapa en Cataroi, un gran espacio cercado de 50 hectáreas en una ladera de un monte cercano al curro. Durante la celebración de las 3 rapas, se trasladan entre 200 y 300 caballos al curro.
Esta Rapa se celebra durante 4 días en el primer fin de semana de Julio:
- El viernes se celebra «A Baixa». Vecinos y visitantes suben a los montes para juntar en manadas a las «bestas» y conducirlas hasta O Peón. Necesitan al menos 300 caballos para realizar la Rapa. Según los van bajando, los dejan en el gran recinto cercado de Cataroi.
- La mañana del sábado es posible que si no han juntado todos los caballos necesarios, tengan que volver a buscar más caballos y bajarlos. Por la tarde se celebra la primera Rapa.
- La mañana del domingo se celebra la segunda Rapa, que fue a la que asistimos nosotros.
- El lunes se celebra la tercera de las Rapas, una rapa solidaria cuya recaudación se dona a la Fundación Amigos de Galicia, entidad sin ánimo de lucro que lucha contra la Pobreza Infantil y la Exclusión Social.
Estos son algunos de los términos de la Rapa:
- ‘Aloitadores’ Son aquellos encargados de «luchar» con las «bestas« para reducirlas y también realizan las tareas de cortar las crines o poner las vacunas necesarias para desparasitarlos. La maña, habilidad, destreza y de los aloitadores es más importante que la propia fuerza.
- Las «bestas« es como comúnmente se denomina a los caballos, vacas,etc… Su traducción exacta al castellano sería bestia.
- Los ‘bichos’ es como se conoce a los potros.
El fin de semana de la Rapa se celebra junto al Curro una gran fiesta, con todo tipo de atracciones y verbenas, y con música en directo por el día a cargo de diferentes charangas y pasacalles. Por supuesto, no faltan una gran cantidad de puestos de comida y bebida, donde destacan los de pulpo y churrasco. Todos ellos con mesas para disfrutar de tales manjares.
Mucha gente acampa en los bosques y campos cercanos. Hemos visto muchísimas tiendas de campaña e incluso autocaravanas. En algunos bosques hemos visto como pequeños campamentos que incluso contaban con caballos.
Antes y después de cada Rapa la fiesta se traslada al Teleclub, el único bar de la aldea. No debes de irte de Sabucedo sin pasar por este bar y disfrutar del ambiente festivo.
La afluencia de público es enorme, con lo que aparcar a veces se vuelve tarea complicada. No es posible acceder a la aldea en coche si no eres local, cortan las carreteras que llevan al curro. Pero rodeando la aldea se han habilitado varios parkings de pago y alguna leira-párking privada (se llama así a las parcelas en las que particulares permiten aparcar coches a cambio de unos euros).
El Origen. La Leyenda.
Dice la leyenda (y los vecinos) que el origen está ligado a una gran peste que asoló la comarca en el siglo XVI. Ante tal desgracia, dos hermanas le ofrecieron a San Lourenzo, patrón de la parroquia, dos yeguas («bestas») de su propiedad si las protegía de la peste. Al finalizar la peste, y como las hermanas no la sufrieron, cumplieron la promesa a Son Lorenzo y donaron al párroco dos yeguas. Este las soltó por los montes propios y con el paso de los años fueron multiplicándose hasta llegar a un gran número. De ahí nació la rapa, con el objetivo de seleccionarlas para carne, cortarles las crines, curarles las heridas, etc…
Pero existe otro hecho que puede decirnos el origen real de estas Rapas. Y es que en los montes cercanos a Sabucedo se han encontrado petroglifos de los siglos XVIII-VIII a. C. con grabados en los que aparecen caballos y hombres luchando con los caballos. Los de Outeiro dos Cogoludos y Chan da Lagoa nos muestran caballos y hombres montados en caballos.
Nuestra experiencia
Eran ya las 11 y media del domingo cuando llegamos a los alrededores de Sabucedo. No sabíamos a dónde ir ni dónde aparcar, así que seguimos a unos coches que si parecían conocer la zona. Nos metimos por unas pequeñas pistas forestales en dónde vimos decenas de personas acampadas. En cada campo abierto o claro en el bosque había una o varias tiendas de campañas, muchas «habitadas» por chavales que parecían haber disfrutado de la fiesta nocturna hasta altas horas de la madrugada.
Una vez conseguimos aparcar nos dirigimos a la aldea para localizar el Curro. Allí nos encontramos con centenares de personas, algunas de las cuales ya estaba dando cuenta del pulpo en alguno de los puestos que había en el campo de la fiesta.
Al llegar al Curro nos encontramos con largas colas de gente que estaba intentando acceder para conseguir un asiento. El ambiente era muy festivo a pesar del suave orballo (lluvia muy fina) a causa de la niebla que estaba cayendo. Eso sí, al comenzar la Rapa el tiempo cambió e incluso por la tarde lució el sol.
Al rato de haber entrado, sobre las doce y poco, oímos el ruido de los caballos al trote. De repente, entre la gente y los puestos de la fiesta del exterior aparecieron varios grupos de caballos que fueron dirigidos hasta el interior del curro.
Una mezcla de emociones contradictorias venían a nuestra mente a cada instante mientras los caballos entraban al curro. No sabíamos si eran emociones positivas o negativas. Temor, alegría, pena … son emociones que iban brotando y luchaban entre sí.
Lo que en principio era temor y pena por las bestas, con el tiempo fue desapareciendo para comprobar que no había tanta violencia como nos habíamos imaginado.
Daba comienzo la rapa, pero antes los más pequeños de la aldea empezaron a elegir y separar a los bichos (potrillos) para meterlos en unas cuadras que hay dentro del curro. El objetivo es que estos potros no sufran daño durante la Rapa y también poder ser rapados y curados en la propia cuadra.
Una vez separados, comenzaba la Rapa de los adultos. En directo la Rapa no es tan agresiva ni violenta como puede parecer en fotos o vídeos. Para nada hay violencia, pero si fuerza. Fuerza necesaria para reducir al caballo y poder cortar sus crines y desparasitarlos. Y más que fuerza, destreza, técnica y maña es lo necesario para hacerlo bien y no acabar heridos tanto los aloitadores como las bestas (caballos).
Para dominar a una «besta»se precisa de 3 aloitadores. Uno de ellos salta sobre ella para abrazar y rodear con sus brazos la cabeza, con el objetivo de reducirla y tranquilizarla. Mientras, un compañero la agarra por el cuello y otro por el rabo. Si tienen éxito, tratarán de tumbar al animal en la arena y que los encargados de rapar y desparasitar a la besta lo hagan cómodamente. En otras ocasiones pueden o deben hacerlo con la besta de pie.
Si os fijáis en las fotos, varios aloitadores portan tijeras de gran tamaño y grandes jeringuillas. Otros portan grandes cestos para recoger las crines. Desconocemos para que se recogen, la verdad.
Una hora y media después acababa la Rapa. Tocaba ir hasta el Teleclub a tomar unas cervezas y disfrutar de la música de una peculiar charanga, Os Festicultores, que animaron la jornada
Para comer nos iríamos hasta la casa particular de la familia Cabada, que había preparado una carpa y una gran comida para sus invitados. Navajas, cabrito a la parrilla, carne ó caldeiro… serían nuestro gran menú. Tan bien nos encontramos con la familia Cabada que se pasó rápidamente la tarde.
Antes de irnos, decidimos subir al monte del recinto cerrado donde guardan los caballos entre Rapa y Rapa para verlos más tranquilamente. Y justo se encontraban así, muy muy tranquilos.
Nuestras conclusiones
Hay una cosa que está clara. Los caballos necesitan que les corten las crines y ser desparasitados. Si no les cortasen las crines, podrían engancharse en la maleza de los bosques e incluso ser enganchados más fácilmente en un ataque de lobos.
Por otro lado, seguro que al ver mis imágenes o las que hayas visto previamente, has pensado en que es un evento con mucha agresividad y violencia. He de decir, que si lo ves en persona, esa violencia no es tal. Las fotos transmiten más agresividad de la que en realidad existe.
La mayoría de los aloitadores tienen que emplearse con fuerza para poder reducir a los caballos y así poder ser «tratados«. Pero en general es más destreza y maña que fuerza.
Y al contrario que en otras rapas, en Sabucedo no se usan palos ni otros elementos para golpear a los caballos, todo se hace a base de fuerza y habilidad proporcionada por la experiencia de los aloitadores.
Con respecto al estrés de los caballos a los que muchos aluden para rechazar la Rapa, lo hay. No vamos a ser ingenuos y pensar que no lo hay estrés. Pero lo mismo con lo de la violencia. Parece mucho más de lo que en realidad hay.
Durante la jornada pudimos comprender que las gentes de Sabucedo sienten orgullo y amor por su «bestas» y para nada quieren que estás sufran más de lo necesario. Para ellos es un orgullo y quieren que esta celebración perdure durante muchos más años.
No vamos a negar que no estamos muy de acuerdo con los espectáculos con animales. Por eso nuestra opinión es contradictoria con respecto a la Rapa. No hay violencia, no es agresivo, hay mucho amor por los caballos… pero tampoco podemos negar que los animales no se estresan.
Asistir a la Rapa das Bestas
Si quieres ir a la Rapa, reserva en tu agenda el primer fin de semana de Julio. Debes comprar previamente la entrada en la web de la Rapa. Ojo que se agotan pronto, así que no lo dejes para el último momento.
Si quieres estar cerca de la arena del curro, acércate un par de horas antes del inicio y ten paciencia para hacer cola. No son asientos reservados, así que vete temprano a coger sitio.
Las entradas en 2017 costaban 10€ para los adultos y 5€ para los niños de 6 a 12 años. Los menores de 6 años entran gratis.
EXTRA: La Familia Cabada.
Una de las mejores cosas que nos llevamos de la fiesta es la gente del lugar. Sobre todo la familia Cabada. Nos acogieron en su casa como unos más de su familia. Allí estábamos comiendo el domingo, entre su gente y amigos. La familia Cabada son unos de los embajadores y precursores de la fiesta. De hecho, Manuel Cabada ha escrito un libro sobre la Rapa y Anxo Cabada (anxocabada.com) es por así decirlo el fotógrafo oficial de la Rapa.
MAPA DE SITUACIÓN